martes, 3 de noviembre de 2009

Después de tu pregunta


Y aunque el tiempo se acorte y las distancias se anulen como ceros en una ecuación, podré, cada vez que te vea, no verte y cuando te escuche no lo haré realmente, porque el cielo se torna gris, las mariposas se alejan y los corazones asustados se esconden entre los arbustos espinados para protegerse.
Aún así, mi noche no ha sido la misma
; mis cielos se van llenando de estrellas que miran mis decisiones y por cada buena una cae al suelo para que atrape y la guarde como flor en mi pecho. Así me alegraré un instante, destilaré gozos y quizá una que otra poesía.